Tras ser recibidos en varias oportunidades por el ejecutivo local y no considerar acuerdos, la carpa política instalada en la Plaza 25 de Mayo, cerro su última función.
En el día de la fecha un puñado de trabajadores, en su mayoría pertenecientes al estado provincial, quienes venían sosteniendo un marcado reclamo desprovisto de toda intención conciliadora sino más bien política, han decido “sorpresivamente” claudicar en lo que consideraban, según sus propios dichos, “un reclamo independiente de intencionalidades personales y políticas”.
Fueron claros los últimos acontecimientos que dejaban sin sustento a quienes, desde una supuesta representación laboral, demostraban ser representes de una oposición política que lo único que generaron fue la ocupación indebida de uno de los sectores más emblemáticos que la comunidad mercedeña ha sabido tener y que ahora recuperó. ¿Casualidad o causalidad? Los interrogantes crecen a medida que pasan las horas.
Lo cierto es que en los últimos días dejaron de aparecer en el lugar las bolsas de mercadería de un reconocido supermercado mercedeños; los concejales de la oposición, hoy en feria y sin la Presidencia del poder legislativo local, ya no visitan la carpa; también los allegados al ex gobernador correntino dejaron de llevar mensajes desde el lugar de reclamo a la casa de la calle Mantilla.
Sin duda la sociedad no se equivoca, estos hechos repentinos afirmaron lo que la calle sostenía, la carpa fue siempre una acción política.
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