Las tabacaleras están inactivas y no producen por la pandemia y «enviaron las últimas existencias del cilindro de papel que se les hace humo a los fumadores» a los kioskos, «cuando se venda se calcula veinte días no hay más cigarrillos en Argentina».
La industria tabacalera es una de las tantas que entró en parate total con la cuarentena con la que el Gobierno busca frenar el contagio de coronavirus. Las consecuencias se ven en los kioscos: el «stock de cigarrillos se termina y los comercios no pueden reponerlo».
Las principales fabricantes de cigarrillos enviaron esta semana los «camiones con el último stock que tienen disponible para comercializar». La producción está frenada desde el 20 de marzo.
«Unos 8 millones de fumadores circulan por distintos kioscos en busca del producto». Lo importante es que «sin cigarrillos tienen más opciones para enfrentar el coronavirus, a la vez eliminan un vicio perjudicial para la salud».