El político, que ganó en Corrientes, cuenta la desopilante interna familiar. Críticas al INDEC y la relación con los Colombi.
Es la segunda vez que Gustavo Valdés entra a la Casa Rosada. La primera, sólo había accedido al Salón Blanco. En esta oportunidad, como flamante gobernador electo de Corrientes tras triunfar en el sufragio del domingo 8, tiene otro tipo de acceso: un pase vip. Ya no lo espera un ministro en uno de los salones, sino el mismísimo Presidente, Mauricio Macri, en su despacho. “Estamos entrando todos los correntinos”, se dice a sí mismo para cargar el momento de emoción.
Es martes 10, pasaron menos de 48 horas desde que las urnas le dieran la victoria (la primera de Cambiemos en el año) y Macri lo invitó a la Casa Rosada para evaluar el resultado. “Fue un encuentro distendido, hablamos de la confianza de la gente y de los proyectos que vienen”, le cuenta a NOTICIAS tras la reunión. De ese encuentro participaron, además, Marcos Peña, Rogelio Frigerio y el gobernador saliente, Ricardo Colombi.
Noticias: ¿Macri le agradeció el empujón que significa obtener una victoria antes de las legislativas?
Gustavo Valdés: Nos agradecimos mutuamente. Ellos nos acompañaron muchísimo, estuvieron presentes todos los funcionarios, e incluso el Presidente cerró nuestra campaña. Es un cambio grande para nuestra provincia, porque durante el kirchnerismo, Cristina sólo pasó cuatro horas a Corrientes: dos en Curuzú Cuatiá y dos en Itatí. En lo que va de la nueva gestión, Macri ya vino en siete oportunidades. Incluso se quedó un fin de semana en los Esteros del Iberá.
Noticias: Si bien están muy alineados con Cambiemos, Colombi deslizó una crítica por el modo de medir del Indec, que les dio 40% de pobreza.
Valdés: Lo que hay que mirar es la forma de medir del Indec. A veces te sube y te baja y no es verdad. Hay que ver dónde y cómo se mide. Toman los datos del cinturón más pobre de Corrientes y los mandan, en Capital miden eso y sale una cifra que no es real. Nosotros miramos nuestra provincia y sabemos que no es verdad. Pero no hablamos de eso con el Presidente.
Noticias: ¿Cómo será suceder a los Colombi? Hace 16 años que gobierna el mismo apellido en Corrientes.
Valdés: Ricardo hizo un muy buen gobierno. El desafío mío será que la provincia esté mejor que lo que él me la deja. Yo digo que esta es la primera vez que estamos discutiendo futuro en Corrientes, eso es un indicador de que vamos por el buen camino. Pero si bien la oposición dice que hace 16 años gobierna el mismo apellido, no es lo mismo Ricardo que su primo, Arturo. Con él nos peleamos y fuimos oposición durante su gobierno. Así que son dos cosas distintas.
Noticias: Nito Artaza también es radical, pero formó parte de la fórmula opositora. ¿Habrá diálogo entre ustedes?
Valdés: El diálogo siempre está abierto. Pero Nito hizo su propio partido en Corrientes, se la jugó por Sergio Massa y se alió con un kirchnerista como “Camau” Espínola.
Si bien ya fue electo gobernador, Valdés y su equipo continúan en campaña. Quieren ayudar a nacionalizar el triunfo que consiguieron. Y, además, se comprometieron con Macri a no aflojar el ritmo para meter tres diputados en las elecciones legislativas del domingo 22: “La oposición está muy fraccionada. Si subimos un poco más en las encuestas, lo logramos”, analiza.
Grieta interna. Para llegar a ser gobernador, Valdés tomó el camino largo: fue concejal en el 2005, ministro de Gobierno provincial desde el 2009 hasta el 2013 –año en que asumió como diputado nacional– y desde el 2014 formó parte del Concejo de la Magistratura. Pero la política es algo a lo que el flamante gobernador estuvo expuesto desde que tiene uso de razón.
La primera vez que Valdés vio a un presidente fue en sexto grado, en su ciudad natal, Ituzaingó. Un día, su maestra los formó en fila, les dio una banderita argentina y les ordenó que la flamearan cuando llegara el mandatario nacional. Era el año 1980 y el hombre en cuestión se llamaba Jorge Rafael Videla, que iba a ver el lugar donde se haría un megaproyecto: la represa de Yaciretá. “Yo no entendía demasiado e hice lo que me pedían”, cuenta.
Pero su convencimiento de que se iba a dedicar a esta actividad llegaría dos años después. Raúl Alfonsín hacía campaña para la presidencia y pasó por Ituzaingó. “Ese acto hizo que me enamorara de la política”, confiesa el gobernador electo.
De cualquier manera, esta actividad no era algo ajeno al clan familiar. Su padre, Manuel, es ultra radical. Fue candidato a intendente varias veces: las primeras dos perdió por muy poco (por siete votos una y por 14 la otra). Finalmente logró alcanzar su objetivo de grande: llegó a la intendencia en el 2005, a los 69 años, y se mantuvo hasta los 77.
En cambio su madre, “Juanita” Mosqueda, tenía un sentimiento político diferente: “Es muy peronista”, asegura Valdés. Fue concejala y candidata a intendente por el justicialismo. La grieta en su máxima expresión.
En la memoria de la familia quedó grabada a fuego la campaña a la intendencia del ’97. Su tío, Octavio Valdés, iba por el radicalismo (con el apoyo de su papá y de él). Su mamá, en cambio, era la candidata del PJ. “Los domingos eran reuniones tensas”, recuerda el gobernador electo de Corrientes. “Vivíamos al lado, las dos familias, y nos juntábamos todos los fines de semana. Terminábamos peleando siempre”, asegura.
A pesar de su apego al justicialismo, “Juanita” acompañó a su hijo en esta campaña. “Estuvo al lado mío en todo momento, incluso en el acto de cierre”, aduce. Y a pesar de que sabe que ella sigue teniendo el corazón peronista, Valdés no duda: “Estoy absolutamente seguro de que votó por mí”.