No fue un zumbido lo que alertó a los vecinos. Fue una fiebre.
Un hombre de 70 años, con la piel caliente y la mirada cansada, volvió de Corrientes trayendo algo más que recuerdos.
Ahora está estable. Pero su caso es un llamado de atención.
El dengue no avisa. Entra por los patios descuidados. Se esconde en el fondo de los baldes, entre las ramas secas, bajo la tapa floja de un tanque.
El equipo de Zoonosis no perdió tiempo:
Inspeccionaron. Fumigaron. Buscaron.
La zona marcada: Mitre, Caaguazú, Batalla de Salta y Yatay.
Hay un perímetro. Pero el peligro no entiende de mapas.
Cada casa puede ser una trinchera. O una puerta abierta al virus.
La prevención no es una campaña. Es una rutina.
Vaciar. Limpiar. Tapar. Consultar.
Hoy es Mitre al 200.
Mañana… puede ser donde dormís vos.

