Ezequiel Espinoza, un joven de 19 años originario de Mercedes, vivió un sueño que se tornó en una pesadilla durante su viaje de egresados a Bariloche. Al segundo día de su llegada, comenzó a experimentar síntomas alarmantes: ampollas de sangre en la boca y petequias en su cuerpo. Tras una rápida evaluación médica, el diagnóstico fue contundente: leucemia linfática aguda.
Este inesperado diagnóstico sorprendió a todos, ya que Ezequiel no presentaba síntomas previos ni antecedentes clínicos que indicaran un problema de salud. Desde el 14 de diciembre, se encuentra internado en el Hospital Posadas, donde ha iniciado un tratamiento intensivo para combatir la enfermedad.
La vida de Ezequiel no ha sido sencilla. Creció en un entorno complicado en Mercedes, enfrentando problemas de conducta y conflictos familiares. En busca de un nuevo comienzo, decidió mudarse a El Chaltén, en Santa Cruz, donde vive su tía Laura Sánchez, quien se convirtió en su tutora y apoyo.
La mudanza le permitió cambiar su estilo de vida y enfocarse en sus estudios en la escuela Nancy Arco, la única institución de nivel secundario en la localidad. Ezequiel dejó atrás sus comportamientos erráticos y se preparó para el viaje de egresados que tanto había esperado.
Sin embargo, su tan ansiado viaje a Bariloche se vio interrumpido por un diagnóstico que cambiaría su vida. Al despertar una mañana, notó hematomas inusuales en su cuerpo y decidió buscar atención médica en el hotel donde se alojaba. Allí, los médicos lo derivaron a un centro de salud privado en Bariloche.
Los análisis médicos revelaron que Ezequiel tenía solo 5000 plaquetas en su sangre, un número alarmantemente bajo en comparación con el rango normal de 150,000 a 450,000. Este resultado llevó a una decisión urgente de trasladarlo a un hospital de mayor complejidad en Buenos Aires.
Elías Rey, coordinador del área de salud de la empresa de viajes de egresados, explicó la gravedad del caso y la necesidad de un traslado inmediato. “No tenía un solo indicador previo ni antecedentes”, comentó Rey, quien ha estado en contacto con la familia de Ezequiel.
Travel Rock, la empresa organizadora del viaje, se hizo cargo de todos los costos médicos, desde la atención en Bariloche hasta el traslado en avión sanitario. Laura Sánchez expresó su gratitud por el apoyo que han recibido en este difícil momento.
A pesar de las adversidades, la empresa también anunció su compromiso de apadrinar a Ezequiel. Una vez que su salud lo permita, se le brindará una beca para que pueda iniciar una carrera como chef, una de sus grandes aspiraciones.
Actualmente, Ezequiel está en tratamiento de quimioterapia, enfrentando las sesiones con valentía y optimismo. Aunque ha experimentado complicaciones, como un cuadro febril que interrumpió temporalmente su tratamiento, su actitud sigue siendo positiva.
Laura Sánchez destacó que el personal del hospital y los coordinadores del viaje han mantenido un contacto constante con Ezequiel, brindándole apoyo emocional en este proceso. “Está muy bien y con ganas de salir adelante”, concluyó, llena de esperanza en la recuperación de su sobrino. Con el respaldo de su familia y amigos, Ezequiel enfrenta cada día con el deseo de retomar su vida y sus sueños.
Credito Francisco Poppe Infobae