Hoy quiero compartir una historia con final feliz que nos muestra que todavía hay personas de buen corazón en el mundo. Se trata de la historia de Juan un loro que se extravío, Gris nos conto sobre una pequeña aventura que vivieron esta tarde.

Todo comenzó cuando JUAN, el loro de Juan Miño, se extravió en la calle Bolívar 744, entre Juan Pujol y Plácido Martínez. Su hija, preocupada por la situación, nos pidio ayuda para encontrar al ave. En el mensaje, mencionaba que el loro respondía al nombre de Juan y que su padre, el dueño del animal, se encontraba muy triste por su pérdida.

Horas después, Gris nos termina confirmando que el loro había sido devuelto a su hogar. Agradeció a la persona que tuvo la amabilidad y la empatía de devolver al animal, y prometió que sería gratificado por su buena acción.

Esta historia nos demuestra que todavía existen personas de buen corazón dispuestas a ayudar a los demás. En un mundo en el que a menudo nos centramos en las noticias negativas, es importante recordar que hay actos de bondad y solidaridad en nuestro entorno. La devolución del loro a su dueño es una pequeña muestra de esto, y es algo que deberíamos celebrar y promover.